Nada en la vida es gratis. Y no todo en la vida es el dinero. Para nosotros, lo material no es de importancia. Pero para el mundo en el que vivimos, cambiante, moderno al que debemos adaptarnos, nos invita a dar importancia a la administración y buen uso del óbolo, porque la transparencia y la buena administración de todos los recursos también es parte del ejercicio masónico.
Retomando la pregunta, ¿Cuánto cuesta la Masonería?, la respuesta es NADA. La masonería no quita, ofrece. La masonería no tiene un valor en pesos, no hay masones de uno o de dos pesos, porque todos los masones nos regimos por principios de igualdad. A este principio se acude cuando de dar la mano a un igual es menester. ¿Cuánto vale la salud? ¿Cuánto cuesta una palabra de apoyo en los momentos amargos?
Entonces, ¿Qué es lo que se paga? ¿La cuota de inscripción, el precio de no saber? ¿Sólo es para tomar el aporte de los incautos? Como toda organización humana que tiene una estructura gubernamental, la masonería tiene un aparato rector que administra los servicios de infraestructura tan necesarios para las reuniones. La comunicación con diferentes organismos, públicos, privados y todos aquellos que se acercan a la masonería, también requieren una cobertura económica. La certificación de ingreso, aumentos y peldaños alcanzados requieren una remuneración por la regularidad.
Y finalmente, ¿Cuánto cuesta pertenecer a la masonería? Cuesta lo que estés dispuesto a aportar; en tiempo, en filantropía, en amor a la humanidad…
Sólo tienes que saber que hay una ley natural que funciona como un péndulo, y que establece que lo que va, regresa. Si va poco, regresa poco; si va en abundancia, multiplicado regresará. El ingreso a la orden es de menor costo que a una escuela de especialidades. La regularidad, que nosotros llamamos puesta a plomo, cuesta mucho menos que tomarse una bebida gaseosa por día durante un mes. Lo que se aporta para cuestiones filantrópicas, es lo que tu espíritu de beneficencia refleje sobre tu bolsillo.
Durante el año hay una cantidad importante de ceremonias y eventos de libre asistencia. Algunos incluyen alimentos y bebidas y tienen costos de recuperación.
Conclusión, el aporte material no es algo que preocupe al masón y no es inalcanzable para quien se gana la vida en un trabajo honesto, lo importante es el salario que es el fruto de nuestro trabajo; para poder ingresar y ser parte regular de la masonería no solo es necesario ser un hombre libre y de buenas costumbres, sino mantener un compromiso continuo con el trabajo, asistencia y mantenerse a plomo con el Tesoro de la Logia ; la masonería no acepta ni mantiene flojos, desidiosos, incumplidos y faltos de compromiso.
¡¡Un compromiso con el trabajo, es parte fundamental de los hombres que pertenecen a nuestra noble orden!!