¿Hay diferentes maneras de practicar el método masónico? y…
¿Cuáles serían esas diferencias?
Entrevista al Q.·.H.·. Javier Otaola
En efecto, esta cuestión es importante. La masonería como sociabilidad filosófica y como tradición iniciática no es una realidad uniforme y tiene en su seno importantes diferencias, según los países y según las opciones filosóficas, metodológicas y organizativas, aunque hay que reconocer que todas las asociaciones masónicas tienen un fundamento común y aspectos transversales compartidos.
Sin embargo las diferencias son muy relevantes y en algunos aspectos antagónicas y es un deber de honestidad intelectual mostrarlas con claridad; así de una manera general se pueden señalar algunas diferencias que inevitablemente definen estilos de masonería muy diferentes: hay asociaciones masónicas que están reservadas sólo a varones, otras sólo a mujeres y otras en cambio son mixtas; hay asociaciones masónicas que exigen como prerrequisito para poder participar en sus trabajos filosóficos asumir la creencia en un Dios revelado y en la inmortalidad del alma, y limitan los trabajos de las logias a cuestiones simbólicas y rituales, y su sociabilidad a tareas filantrópicas; otras en cambio pretenden incorporar a creyentes e increyentes para un trabajo estrictamente existencial y filosófico y sólo en última instancia meta-religioso y meta-político; otras Asociaciones priorizan el trabajo masónico más en clave de compromiso patriótico, ciudadano, vinculado al combate por la laicidad y la lucha por la Escuela Pública, otras se inclinan por el estudio de tradiciones gnósticas, teosóficas y espiritualistas…, como se puede ver son líneas de trabajo muy diferentes aunque todas pueden ser llamadas masonería. Evidentemente las asociaciones masónicas no definen un movimiento ideológico estructurado, porque la masonería no es un “ismo” articulado doctrinariamente, sino más bien una sociabilidad vinculada al pensamiento y por ello plural y contradictoria.
En el libro SER APRENDIZ el H.·. Otaóla advierte de manera general estas diferencias, pero no las discute, ni desarrolla y se centra en aclarar los presupuestos conceptuales y las características prácticas del método masónico como filosofía existencial con la reserva de que siendo respetuoso con su experiencia informa que lo que dice sólo es predicable en relación con el estilo de masonería que practica la Gran Logia Simbólica Española; eso no quiere decir que no tenga aplicación a otras Asociaciones masónicas, «pero no lo puedo asegurar porque no tengo el mismo conocimiento práctico de cómo se trabaja en cada una de ellas».