Q.·. H.·. Reinaldo Gámez Dun, A.·. M.·.
R.·. L.·. Lautaro 197, Or.·. de Caracas, Venezuela.
Introducción.
Cada uno de los que estamos aquí hoy sentados alguna vez nos preguntamos, (incluso tuvimos no solo que pensarlo sino que también escribirlo en la cámara de reflexión cuando nos iniciamos): quién soy yo? , Cómo está formada mi mente? y aun mas allá esas preguntas se repiten cuando nos damos cuenta que hay expresiones en nosotros mismos que no podemos explicar: porqué me gusta tal o cual color de ropa, porqué tengo este sueño en particular repetitivo, porqué a pesar de muchas incompatibilidades decidimos quedarnos con una pareja y no con la otra, porque algunas personas tienen más inclinación por los misterios de la vida y otras no, porqué unos se inclinan más por estudiar el antiguo Egipto y otras no y la gran pregunta porqué quisimos ser masones, cuando ni siquiera en algunos casos sabíamos lo que se hacía dentro de este templo. De eso vamos a intentar hablar hoy, de aquello más allá del mundo consciente que conocemos: del inconsciente individual y del inconsciente colectivo. Porque ambos se expresan universalmente y dentro de la masonería como símbolos y ritos, fungiendo como llaves al mundo inconsciente. Por lo cual son parte fundamental en el aprendizaje del masón, y es importante entender esto porque ese aprendizaje va más allá del teórico, y es así como se denomina a la masonería como una fraternidad iniciática y simbólica. Mi objetivo es que podamos descubrir cómo, a través de los símbolos, rituales y ceremonias masónicas que percibimos todos los viernes en la noche y cada vez que estamos reunidos entramos en contacto con esa parte de la mente humana tan poco conocida como lo es nuestro inconsciente.