Q.·. H.·. Leonel Portela, M.·. M.·.
Or.·. de Caracas, 11 de marzo de 2011 (e.·. v.·.)
Mucho se ha escrito sobre este primer paso, puerta de entrada a la Orden más preclara, noble y fraterna, la cual conocemos como Francmasonería.
Novam Vitam Inibat, quiere decir: que a través de la Iniciación, “se entra en una nueva vida”, dejando atrás lo material y los vicios de la sociedad profana.
En este paso nos comprometemos a guardar silencio, respetar nuestros símbolos y ritos y a obrar ética y moralmente.
La iniciación es un acto personal e intransferible, donde cada uno lo experimenta de acuerdo a su bagaje de conocimiento y experiencias vividas, es un acto simbólico, que trasciende sicológicamente al individuo y lo lleva a reflexionar, ampliando su horizonte mental, cambiará para siempre y será un hombre de provecho para la sociedad donde resida.
Se denomina Aspirante o Postulante al Caballero que pide ser Iniciado, Candidato, desde el momento que la logia acuerda su admisión, Recipiendario cuando se le admite a las pruebas y Neófito o Iniciado una vez recibido en el grado.
Para concluir, debemos recordar que la masonería combate el fanatismo, egoísmo y superstición, por lo tanto, aun que acepta que los caballeros que se inician, pertenezcan a corrientes religiosas e ideológicas, es concreta al expresar que esos campos del pensamiento pertenecen y están dentro de la libertad individual.
Salud, Fuerza y Unión.