Sabemos, que en los últimos tiempos se ha dado un resquebrajamiento en todo lo que concierne a la equidad, justicia social, en donde muchas instituciones, aún las legales, han sido duramente cuestionadas en lo concerniente a la justicia.
Se han perdido los valores, la ética, la moral, se le ha dado paso a la corrupción, a todo aquello que sea de interés individual, de pequeños grupos que colectivos. Son muchos los países en donde su justicia es cuestionada, todo ello porque sus actores principales perdieron su luz, se han dejado aprisionar por intereses materiales, por todo aquello que le refuerce su ilusión en un mundo actualmente cuestionado.
Dentro de la enseñanza masónica, sus principios, todo masón debe ser justo, con moral, ético. justamente al respecto el V.·. M.·. Mario Morales, nos recuerda, que la Masonería nos exige el deber de ser hombres libres y virtuosos; pero esa libertad no es la del egoísmo y de la resistencia a las leyes del país en que vivimos, ni a las disposiciones que los gobernantes dan en virtud de esas leyes; al contrario, ella nos exige el mayor respeto a la ley y a los jueces y/o magistrados; pero también da como un deber sagrado el de instruirse e instruir a los hombres, sus hermanos hasta donde alcancen sus fuerzas, con el fin de que conozcan los derechos y deberes propios, y los derechos y deberes de los demás. Seamos instruidos, dignos y virtuosos y no solamente seremos libres nosotros, sino que emancipamos a todos los hombres.
Insiste en resaltar, en que se debe aspirar a entusiasmar a quienes nos rodean. Lograr ser imitados por nuestros hijos en nuestras convicciones políticas, en nuestras posiciones ideológicas, en nuestras actitudes sociales, en el matiz de nuestras creencias religiosas, sin tener por fin que terminar por tratar de imponerlas, por no saber transferirlas a quienes nos rodean con nuestra actitud personal.
Los Francmasones deben estar al lado de los humildes y de los desheredados, porque somos el obstáculo infranqueable a una esclavitud general; somos tan odiados por aquellos que no se contentan con gozar la vida más que haciéndola intolerable a los otros, y que no están satisfechos de levantar la cabeza más que cuando los otros la inclinan hacia abajo.
Nos recuerda, que la justicia es equidad, ética, honradez. La importancia de que haya justicia en nuestro medio, ya que de no ser así viviríamos en un mundo de caos y del cual no nos podríamos salvar. De ahí que la Francmasonería considere la Justicia como la primera de las virtudes. El Masón, según sus bases fundamentales, para ser digno de este nombre, debe ser recto, equitativo y por consiguiente admirador de la Justicia. Evidentemente en derecho la palabra «Equidad» tiene un valor específico. Es la justicia natural el «ius gentium» en oposición al derecho positivo, a lo que está legislado. Es en cierto modo una justicia extralegal, de aplicación discrecional y que tiende a ser más benevolente que la ley. Para los romanos el «Jus aequum» (el derecho basado en la equidad) contemplaba la diferencia de las circunstancias y de las personas, de manera que resultase tratadas «igualmente» por la ley (la multa que la ley imponga por una infracción, si es la misma para el rico que para el pobre, resulta «justa», pero «inicua», porque ha tratado a uno con suma benignidad y a otro con suma dureza). Como esta forma de ejercer la justicia minaba el «ius civile», es decir el conjunto de disposiciones del poder para ejercer la dominación, solamente se consideró legítimo recurrir a criterios de «Equidad» cuando había un vacío legal; de lo contrario, prevalecía el criterio del «dura lex, sed lex» (la ley es dura, pero es la ley) sin importar que fuese incluso «inicua», que lo es muchas veces aplicando esos criterios. En particular el sistema jurídico inglés «the equity» («la equidad») tiene un peso preponderante. Poseen los «common law» y los «statute laws», las leyes votadas por el parlamento, que constituyen la base del derecho moderno inglés. Pero en caso de conflicto entre los diversos sistemas, siempre debe prevalecer «the equity». En nuestros lares no son esos los parámetros. A pesar de tener los ingleses una justicia más adecuada a estos tiempos que el resto de naciones, sin embargo, al hombre no le es posible alcanzar la «justicia perfecta». Por esta razón, los Masones pedimos a los encargados de administrar justicia que procedan también con Equidad, porque la Equidad es el principio natural que dicta la conciencia ilustrada para juzgar los casos imprevistos, o modificados por circunstancias especiales, no contempladas en la Ley vigente. Pues no es coincidencia que Aristóteles considera lo equitativo y lo justo como una misma cosa; pero para él, aún siendo ambos buenos, la diferencia existente entre ellos es que lo equitativo es mejor aún, o sea que Aristóteles sí establece diferencia entre estos dos conceptos. Luego, la equidad constituye uno de los postulados básicos de los Principios Generales del Derecho y nos indica que está íntimamente ligada a la justicia, no pudiendo entenderse sin ella.
Definitivamente, hay que estar plenamente identificado con la justicia, hacer que ella se mantenga firme, no dejarse contaminar por otros intereses que afectan la honradez, contaminan nuestras virtudes y dan paso a que se manifieste el dolor, la ira, resentimientos, que se origine un verdadero caos en la fraternidad humana.
Morvane.-